Foto de ThisIsEngineering en Pexels
POR HUGO SALVATIERRA
América Latina ha dado vida a múltiples inventos que se convirtieron en un hito en la historia de la humanidad. Sin embargo, los gobiernos no han podido desarrollar políticas públicas capaces de impulsar una economía basada en la innovación.
Por fortuna, por talento no paramos. Basta pensar en la televisión a color y la píldora anticonceptiva, aportes de los mexicanos Guillermo González Camarena y Luis E. Miramontesco, respectivamente, el globo expandible stent para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, del argentino Julio C. Palmaz, o la burbuja neonatal artificial, del peruano Claudio Castillón.
Por fortuna, algunos países como Costa Rica sí han hecho la tarea. Esta nación está desarrollando un ecosistema relacionado con las ciencias de la vida, que incluye dispositivos médicos, farmacéutica y biotecnología.
No obstante, este tipo de esfuerzos no han bastado para realmente reenfocar la economía de América Latina, motivo por el que seguimos lejos de los países más avanzados, como muestra el Índice Global de Innovación 2022.
Chile, Brasil y México son las primeras naciones de la región dentro del ranking, elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO, por sus siglas en inglés). Sin embargo, ocupan los lugares 50, 54 y 58, respectivamente, de entre 132 naciones.
Con esto se está perdiendo la posibilidad de crear productos y servicios de alto valor agregado, que, evidentemente, permitirían dar mejores salarios y elevar la calidad de vida de las personas.
*Columna Póker latinoamericano, publicada en AM Querétaro