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POR HUGO SALVATIERRA
Empresas como Unilever, Iberdrola, Mondelēz International y Fyffes están impulsando el respeto a los derechos humanos, lo mismo en sus procesos internos, que a lo largo de su cadena de suministro. Y esto incluye a sus negocios en América Latina, como podemos ver en sus reportes especializados en la materia.
Por ejemplo, Iberdrola detectó que sus operaciones en Estados Unidos, Brasil, México y Grecia tienen una posibilidad de riesgo en temas como: condiciones laborales, seguridad y salud en el trabajo, medio ambiente, seguridad pública y pueblos indígenas o tierras y propiedades.
Para conocer más a profundidad su situación, Mondelēz International realizó evaluaciones exhaustivas de derechos humanos centradas en el trabajo forzoso en Brasil y México.
En lo que corresponde a acciones de mitigación, en Honduras y Guatemala, la empresa de frutas y productos frescos Fyffes asignó como inspectores laborales a trabajadores que anteriormente desempeñaban el rol de caporal, para que velen por el cumplimiento de la seguridad, la salud y las tareas laborales.
Por otro lado, Unilever capacitó a proveedores estratégicos de México y Brasil para prevenir y remediar incidentes relacionados con violencia de género.
Como podemos ver, en América Latina poco a poco va creciendo la ola de empresas que respetan los derechos humanos, aunque todavía está muy lejos de los estándares de la Unión Europea, donde ya analizan sanciones económicas para las organizaciones locales y foráneas que los incumplan.
*Columna Póker latinoamericano, publicada en AM Querétaro
